Tijuana, 30 Jun. (Notimex).- En Baja California más de 28 mil hectáreas están destinadas a la vid para la producción del vino, cuyas variedades han dado fama internacional a esta región vitivinícola.
Aunque existen varias zonas para el cultivo de la vid y la producción del vino, son cinco las principales o más conocidas como algunas áreas de Tecate, el Valle de Guadalupe, Santo Tomás, San Antonio de las Minas y San Vicente.
Ahí se producen variedades de vino blanco como el sauvignon blanc, chenin blanc, chardonnay, calonabard, moscatel, viognier y palomino; en tanto que en el vino tinto están el cabernet sauvignon, malbec, merlot, petite sirah y el syrah.
También, el grenache, nebbiolo, tempranillo, sangiovese y petite verdot dentro de las variedades tintas, dio a conocer el sommelier Marco Antonio Amador, de la casa vitivinícola La Cetto, durante una conferencia acerca de esta actividad.
Refirió que existen más de 100 variedades además de las mencionadas, que son las más comunes, además de que hay otras que se encuentran en proceso de experimentación, actividad ésta con más de 15 años sobre la vid, sus procesos y sus variedades.
En el Centro Cultural Tijuana (Cecut), dentro del ciclo “Rumbo a la Vendimia”, la sesión sobre todo de cata, mantuvo interesados a los asistentes al escuchar parte de la historia y de los procesos de esta actividad.
Destacó que los esfuerzos que llevan a cabo todas las casas vitivinícolas de la región son no sólo para la producción de vinos de alta calidad, sino para mantener la actividad como una de las que le ha dado reconocimiento internacional al estado.
También recordó que el inicio de la producción se remonta a la época misional cuando en Baja California los frailes fabricaban el vino para su propio consumo, pues lo utilizaban en sus rituales, además de en la mesa y su cocina.
Agregó que otras características que se toman en cuenta para determinar cuándo es la época de la cosecha o de la vendimia, es el grado de acidez y dulzura de la uva que son muy necesarias para lograr vinos de calidad.
Otro de los aspectos a considerar para la conservación y almacenamiento de los caldos, es que deben de estar a temperaturas entre los 18 y 20 grados centígrados, además, colocar las botellas en posición horizontal.
De esta manera, explicó, el vino estará en contacto con el corcho; también debe de evitarse exponer las botellas con el vino a la luz, pero sobre todo, no se deben de guardar los sobrantes, todos estos detalles que le han dado fama a los vinos regionales.
